• Comparte algo con relación a las identidades de género en la iglesia. Roles de hombres y mujeres, experiencias que nos han hecho sentirnos valoradas/os, respetados/as o al revés…
Aunque no he tenido aún la oportunidad de realizar el taller de “identidades de género promovidas socialmente” con un grupo determinado si puedo compartir alguna experiencia donde me he sentido valorada. Gracias a la influencia de un obispo que apreciaba mucho la Vida religiosa llegó a aconsejar a los párrocos de su diócesis que debían de promover la pertenencia de las religiosas en el consejo parroquial. El consejo parroquia es la instancia, que junto con el consejo económico, tienen mayor poder de decisión dentro de la parroquia y son elegidos por las personas que representan a los distintos grupos y asociaciones de la parroquia. La decisión del Obispo más la presión de las congregaciones religiosas que pertenecíamos a esa parroquia, hizo que se hiciera realidad la presencia de cinco religiosas de distintas congregaciones en el consejo parroquial. Fue una oportunidad para experimentar el aprecio por la opinión y la postura de las religiosas a la hora de tomar decisiones que afectaban a toda la comunidad parroquial. Fue también una oportunidad de trabajo conjunto entre sacerdote, religiosas laicos y laicas, donde nadie fue discriminado sino que cada persona fue respetada en su identidad.
Una experiencia personal donde no me sentí respetada y valorada como mujer religiosa. Haciendo trabajo de pastoral vocacional en forma conjunta con sacerdotes diocesanos y religiosos había una preferencia notoria a la hora de facilitarnos o no el contacto con jóvenes de universidades o parroquias. Los sacerdotes al ofrecerse para las celebraciones Eucarísticas, tenían una mayor acogida de los párrocos o rectores de universidades. Las religiosas al no poder aportar este “beneficio” no teníamos los mismos espacios y facilidades de acceso a la gente joven. En muchas ocasiones sentí rabia e indignación ante este trato discriminatorio.
LOS DERECHOS HUMANOS SE CONVIERTEN EN DERECHOS HASTA QUE LOS EJERCITAMOS…
Existe una gran lista de “derechos humanos” que ya han sido formulados pero que aún no son conocidos por gran parte de la gente de nuestros pueblos. Por eso yo creo que en primer lugar hay que promover la conciencia de la existencia de estos derechos y una vez que sean conocidos, promover también la defensa de ellos, exigiendo que sean ejercitados.
Aunque no he tenido aún la oportunidad de realizar el taller de “identidades de género promovidas socialmente” con un grupo determinado si puedo compartir alguna experiencia donde me he sentido valorada. Gracias a la influencia de un obispo que apreciaba mucho la Vida religiosa llegó a aconsejar a los párrocos de su diócesis que debían de promover la pertenencia de las religiosas en el consejo parroquial. El consejo parroquia es la instancia, que junto con el consejo económico, tienen mayor poder de decisión dentro de la parroquia y son elegidos por las personas que representan a los distintos grupos y asociaciones de la parroquia. La decisión del Obispo más la presión de las congregaciones religiosas que pertenecíamos a esa parroquia, hizo que se hiciera realidad la presencia de cinco religiosas de distintas congregaciones en el consejo parroquial. Fue una oportunidad para experimentar el aprecio por la opinión y la postura de las religiosas a la hora de tomar decisiones que afectaban a toda la comunidad parroquial. Fue también una oportunidad de trabajo conjunto entre sacerdote, religiosas laicos y laicas, donde nadie fue discriminado sino que cada persona fue respetada en su identidad.
Una experiencia personal donde no me sentí respetada y valorada como mujer religiosa. Haciendo trabajo de pastoral vocacional en forma conjunta con sacerdotes diocesanos y religiosos había una preferencia notoria a la hora de facilitarnos o no el contacto con jóvenes de universidades o parroquias. Los sacerdotes al ofrecerse para las celebraciones Eucarísticas, tenían una mayor acogida de los párrocos o rectores de universidades. Las religiosas al no poder aportar este “beneficio” no teníamos los mismos espacios y facilidades de acceso a la gente joven. En muchas ocasiones sentí rabia e indignación ante este trato discriminatorio.
LOS DERECHOS HUMANOS SE CONVIERTEN EN DERECHOS HASTA QUE LOS EJERCITAMOS…
Existe una gran lista de “derechos humanos” que ya han sido formulados pero que aún no son conocidos por gran parte de la gente de nuestros pueblos. Por eso yo creo que en primer lugar hay que promover la conciencia de la existencia de estos derechos y una vez que sean conocidos, promover también la defensa de ellos, exigiendo que sean ejercitados.
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